El VIH es un virus (virus de la
inmunodeficiencia humana) que se transmite por la sangre, semen, secreciones
vaginales y leche materna.
Tal virus se multiplica y ataca las células responsables por la defensa del organismo (los glóbulos blancos o CD4), exponiendo el cuerpo a enfermedades que se aprovechan de su vulnerabilidad.
Tal virus se multiplica y ataca las células responsables por la defensa del organismo (los glóbulos blancos o CD4), exponiendo el cuerpo a enfermedades que se aprovechan de su vulnerabilidad.
En grados avanzados, el organismo
desarrolla una SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida), impidiendo
que la persona portadora del virus reaccione a las enfermedades, inclusive con
la administración regular de medicación, muchas veces llegando a la muerte.
Este virus suele tardar un tiempo para
manifestarse; a pesar de eso, desde que la persona se infectó, ella ya puede
transmitir el virus.
La identificación precoz de la infección
por el virus es fundamental para reducir su multiplicación en el organismo e
impedir que nuevas personas se infecten.
Existe un tratamiento eficaz para el VIH,
con acompañamiento médico regular y administración de remedio antirretroviral.
Desafortunadamente todavía no se trata de una sanación, pero ayuda la persona
infectada a convivir con el virus de modo sano, sin transmitirlo, con un mínimo
de efectos colaterales.
Son gratuitos tanto el test para la identificación del virus cuanto el tratamiento correspondiente.
Todavía hay mucho prejuicio y falta de información respecto del VIH y del SIDA. Es necesario que los padres y educadores traten abiertamente de ese tema con sus hijos y alumnos, recordando que toda la población está expuesta a tal infección, desde los niños hasta los adultos mayores, de todos los géneros, condición económica, clase social, raza o religión.
Son gratuitos tanto el test para la identificación del virus cuanto el tratamiento correspondiente.
Todavía hay mucho prejuicio y falta de información respecto del VIH y del SIDA. Es necesario que los padres y educadores traten abiertamente de ese tema con sus hijos y alumnos, recordando que toda la población está expuesta a tal infección, desde los niños hasta los adultos mayores, de todos los géneros, condición económica, clase social, raza o religión.
Es muy importante insistir en la vivencia
de la castidad y de la fidelidad conyugal, rechazando la promiscuidad. Seamos
afectuosos y amables con las personas portadoras del VIH y apoyemos las
políticas públicas de salud que se dedican a su identificación y tratamiento.
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