En el sacramento del Matrimonio, las
esposas y los esposos se comprometen ante Dios a educar sus hijos según la fe
de la Iglesia.
Cumpliendo ese compromiso matrimonial, las
madres y los padres piden el sacramento del Bautismo para sus hijos,
comprometiéndose, junto con la madrina y el padrino, a transmitirles la fe que
recibieron de la Iglesia.
Es un derecho (y un deber) de la madre y del padre educar los propios hijos. Por consecuencia, es un deber (y un derecho) de los hijos recibir educación de la propia madre y del propio padre.
Es un derecho (y un deber) de la madre y del padre educar los propios hijos. Por consecuencia, es un deber (y un derecho) de los hijos recibir educación de la propia madre y del propio padre.
Las instituciones educativas públicas y
privadas están prohibidas de dar a los alumnos una educación sexual, pues esa
es una responsabilidad que corresponde a sus madres y a sus padres.
Cuando alcanzan un determinado grado de
desarrollo psico-pedagógico (durante la adolescencia), los profesores
transmiten a sus alumnas y alumnos conocimientos en el área de la Biología,
ayudándolos a identificar y a comprender el funcionamiento de los órganos
involucrados en el sistema reproductivo humano, como también las ETS -
enfermedades de transmisión sexual - y sus prevenciones y tratamientos.
Desafortunadamente muchas madres y padres
católicos no dan educación sexual a sus hijos. Ese tema todavía es considerado
un tabú para muchos. La falta de preparación y madurez también es un obstáculo
para una educación sexual cristiana por parte de las madres y de los padres.
Existen muchos que viven en unión libre, sin el sacramento del Matrimonio (y,
por veces, inclusive sin el Bautismo, Eucaristía y Confirmación). O sea, ¿qué
educación cristiana esas madres y padres pueden ofrecer? Generalmente sus hijos
no fueron bautizados, no frecuentaron la Catequesis. Esa situación es un enorme
desafío.
El contenido de esa educación sexual es complejo y variado. Aún en la infancia es muy importante que las madres y los padres estén atentos a sus hijos, mientras juegan con los parientes, vecinos y compañeros de escuela, e incluso en el contacto con los familiares (hermanos mayores, tíos, abuelos etc). Es necesario explicar al niño para que no deje que nadie toque su parte íntima.
El contenido de esa educación sexual es complejo y variado. Aún en la infancia es muy importante que las madres y los padres estén atentos a sus hijos, mientras juegan con los parientes, vecinos y compañeros de escuela, e incluso en el contacto con los familiares (hermanos mayores, tíos, abuelos etc). Es necesario explicar al niño para que no deje que nadie toque su parte íntima.
También es importante observar el
comportamiento de los niños e identificar cualquier clase de anormalidad.
Desafortunadamente gran parte de la violencia sexual infantil ocurre dentro del
propio hogar, entre los familiares cercanos.
La educación sexual debe ser proporcional a
la capacidad de comprensión del niño, sin la necesidad de explicaciones
complejas, sin contestar lo que no fue preguntado.
En la adolescencia es importante conversar
con los hijos sobre el sentido cristiano de la sexualidad, que no se trata de
una diversión o auto-compensación, sino que tiene una finalidad de unir más la
esposa al esposo y que es el medio bendecido por Dios para la generación
responsable de la vida. Hablar sobre los cambios físicos y hormonales, la
higiene sexual, el cuidado a la exposición virtual etc.
En la juventud es necesario conversar con
los hijos sobre el proyecto de vida, la estabilidad emocional y afectiva, el
respeto al cuerpo ajeno, la maternidad y la paternidad responsables, la
vivencia de la castidad, el método anticonceptivo natural, la indisolubilidad
matrimonial etc.
En caso de no sentirse suficientemente
preparados, o de alguna situación fuera de la normalidad (pedofilia, violación,
violencia sexual etc), es altamente recomendado el auxilio profesional, tanto
en el área psico-pedagógica, de la salud sexual, cuanto en la asistencia
jurídica. También hay muchos y buenos libros respecto de ese asunto.
Nenhum comentário:
Postar um comentário