La Iglesia es la comunidad de las mujeres y
hombres que creen que Jesús es el Hijo único de Dios, que se hizo Hombre para
la salvación de la humanidad a través de Su muerte y resurrección, y es reunida
y conducida por el Espíritu Santo enviado por Dios Padre y Dios Hijo.
A través del anuncio de la Buena Noticia y
del sacramento del Bautismo, la Iglesia genera mujeres y hombres nuevos, hijas
e hijos de Dios. La Iglesia acompaña los fieles y los alimenta con el Pan
Eucarístico y con el Pan de la Palabra de Dios, purificándolos por la
penitencia a través del sacramento de la Reconciliación.
Por generar, acompañar, alimentar y
purificar, la Iglesia recibe el título de Madre y Maestra, inspirándose en la
Madre de Jesús, Santa María.
El Cristianismo es una de las tantas
religiones presentes en el mundo, y el Catolicismo es una de las tantas
iglesias cristianas. Además, hay mujeres y hombres que se declaran ateos o que
viven su fe sin vincularse de modo confesional a ninguna religión o iglesia.
La Iglesia Católica posee una experiencia
acumulada de dos mil años respecto de la vida conyugal y de la educación a los
hijos. En el anuncio de la Buena Noticia, la Iglesia enseña a “honrar padre y
madre”, a “no cometer adulterio”, a “no desear la mujer del prójimo / el hombre
de la prójima”.
Para el sacramento del Matrimonio, la
Iglesia ofrece una formación pre-matrimonial, preparando la mujer y el hombre
para los compromisos de la vida conyugal conforme las enseñanzas de Jesucristo.
Además, la Iglesia posee pastorales y movimientos dedicados al acompañamiento
de las parejas, fortaleciendo su compromiso cristiano y su espiritualidad.
Para el sacramento del Bautismo, de la
Eucaristía y de la Confirmación, la Iglesia ofrece orientaciones a las madres y
padres para que acompañen y favorezcan el desarrollo de sus hijas e hijos como
seres humanos y como hijos de Dios. Además, la Iglesia posee Catequesis,
pastorales y movimientos dedicados al acompañamiento de los niños, adolescentes
y jóvenes - además de las instituciones educativas de inspiración católica
(escuelas, colegios, universidades etc).
A través del sacramento de la
Reconciliación y de la dirección/orientación espiritual, tanto las esposas y
esposos cuanto los padres e hijos tienen la oportunidad de renovar sus
compromisos y propósitos luego de la experiencia de debilidad y limitación.
La Iglesia recibió de Jesucristo - y para
eso ella es fortalecida por el Espíritu Santo - la misión de anunciar la Buena
Noticia a las mujeres y hombres de todas las naciones, no solo a los
cristianos.
Esa misión es cumplida por la Iglesia de
manera respetuosa, pues ella defiende el derecho de las personas respecto de la
vida conyugal y de la educación de los hijos según la recta consciencia. La
Iglesia entiende que el Estado es laico y, justamente por eso, también espera
que el Estado respete y permita que ella siga proponiendo la Buena Noticia de
la familia a las mujeres y hombres.
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