quarta-feira, 11 de setembro de 2019

¿La Iglesia puede interferir en la vida conyugal y en la educación que las madres y padres dan a sus hijos?


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La Iglesia es la comunidad de las mujeres y hombres que creen que Jesús es el Hijo único de Dios, que se hizo Hombre para la salvación de la humanidad a través de Su muerte y resurrección, y es reunida y conducida por el Espíritu Santo enviado por Dios Padre y Dios Hijo.
A través del anuncio de la Buena Noticia y del sacramento del Bautismo, la Iglesia genera mujeres y hombres nuevos, hijas e hijos de Dios. La Iglesia acompaña los fieles y los alimenta con el Pan Eucarístico y con el Pan de la Palabra de Dios, purificándolos por la penitencia a través del sacramento de la Reconciliación.
Por generar, acompañar, alimentar y purificar, la Iglesia recibe el título de Madre y Maestra, inspirándose en la Madre de Jesús, Santa María.
El Cristianismo es una de las tantas religiones presentes en el mundo, y el Catolicismo es una de las tantas iglesias cristianas. Además, hay mujeres y hombres que se declaran ateos o que viven su fe sin vincularse de modo confesional a ninguna religión o iglesia.
La Iglesia Católica posee una experiencia acumulada de dos mil años respecto de la vida conyugal y de la educación a los hijos. En el anuncio de la Buena Noticia, la Iglesia enseña a “honrar padre y madre”, a “no cometer adulterio”, a “no desear la mujer del prójimo / el hombre de la prójima”.
Para el sacramento del Matrimonio, la Iglesia ofrece una formación pre-matrimonial, preparando la mujer y el hombre para los compromisos de la vida conyugal conforme las enseñanzas de Jesucristo. Además, la Iglesia posee pastorales y movimientos dedicados al acompañamiento de las parejas, fortaleciendo su compromiso cristiano y su espiritualidad.
Para el sacramento del Bautismo, de la Eucaristía y de la Confirmación, la Iglesia ofrece orientaciones a las madres y padres para que acompañen y favorezcan el desarrollo de sus hijas e hijos como seres humanos y como hijos de Dios. Además, la Iglesia posee Catequesis, pastorales y movimientos dedicados al acompañamiento de los niños, adolescentes y jóvenes - además de las instituciones educativas de inspiración católica (escuelas, colegios, universidades etc).
A través del sacramento de la Reconciliación y de la dirección/orientación espiritual, tanto las esposas y esposos cuanto los padres e hijos tienen la oportunidad de renovar sus compromisos y propósitos luego de la experiencia de debilidad y limitación.
La Iglesia recibió de Jesucristo - y para eso ella es fortalecida por el Espíritu Santo - la misión de anunciar la Buena Noticia a las mujeres y hombres de todas las naciones, no solo a los cristianos.
Esa misión es cumplida por la Iglesia de manera respetuosa, pues ella defiende el derecho de las personas respecto de la vida conyugal y de la educación de los hijos según la recta consciencia. La Iglesia entiende que el Estado es laico y, justamente por eso, también espera que el Estado respete y permita que ella siga proponiendo la Buena Noticia de la familia a las mujeres y hombres.



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